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Historia

UN POCO DE HISTORIA DE GUATEMALA (2)

 

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1960-1996, 36 AÑOS DE CONFLICTO ARMADO

Poco tiempo después hubo elecciones democráticas resultando electo presidente Julio César Méndez Montenegro en el año 1966. Aunque en un principio parecía haberse conseguido una democracia transparente, el ejército, que tuteló el gobierno, lanzó una fuerte campaña contra la insurgencia. Esto supuso la rotura en gran parte del movimiento guerrillero en el campo y comenzó el conflicto civil, que habría de causar centenares de miles de víctimas, convirtiéndose en un auténtico genocidio.

El general Carlos Manuel Arana Osorio (1970-1974) fue el primero de una larga serie de presidentes militares.

En el año 1972, un nuevo grupo guerrillero e infiltró en el país desde México. En 1974, el general Kjell Lauguerud García derrotó al general Efraín Ríos Montt, el candidato del Partido Cristiano Democrático, que afirmó que se le había robado la victoria.


Palacio pre clásico en nakbe, 2006, foto
de Authenticmaya

En 1978, tras otras elecciones fraudulentas, el general Romeo Lucas García asumió el poder. En 1970 dos nuevos grupos guerrilleros, el EGP y la ORPA intensificaron la insurgencia contra los gobiernos militares.

En 1979, Jimmy Carte, prohibió cualquier ayuda militar al ejército guatemalteco, a causa de los sistemáticos abusos de este contra la población y su absoluta ignorancia de la ley y los derechos humanos.

Uno de los incidentes durante este periodo fue la toma de la Embajada de España. El 31 de enero de 1980, un grupo de indígenas y campesinos de varias aldeas del departamento nor-occidental de El Quiché, apoyados por estudiantes, ocupó la embajada de España en la capital para denunciar la represión en sus comunidades. El gobierno afirmó que los asaltantes se autoinmolaron, pero los diplomáticos españoles explicaron que la policía había ejecutado a los participantes e incendiado el lugar para ocultar sus crímenes. Entre las víctimas mortales figuraron el cónsul español Jaime Ruiz del Árbol, el ex vicepresidente de Guatemala Eduardo Cáceres, el ex canciller guatemalteco Adolfo Molina y el padre de Rigoberto Menchú (premio nobel de la paz). Como consecuencia es esto, España rompió relaciones diplomáticas con Guatemala.

La guerra provocó el desplazamiento de 450.000 campesinos, que se vieron obligados a refugiarse en México.

En las elecciones de 1974, se comenzaría a ver claramente la tendencia guatemalteca de elecciones fraudulentas. Tras unas elecciones con dos participantes favoritos, Efraín Ríos Montt y Kjell E.Laugerud García, conseguiría la victoria éste último. Más tarde en las elecciones de 1978, en las cuales quedó electo el general Romero Lucas García, el fraude fue el que rigió nuevamente las elecciones incrementando el descontento de la población. En las elecciones de 1982 este problema institucional surgió de nuevo. El 9 de marzo de ese año el ejército era el encargado de velar por el buen desarrollo de las elecciones. Varios de los “jóvenes oficiales” eran los encargados de vigilar la transparencia de dichas elecciones directamente en las urnas. Al darse cuenta que hubo otra vez fraude dieron un golpe de Estado, el 23 de marzo de 1982, para evitar la toma de posesión del recién electo presidente militar Ángel Aníbal Guevara.

Ríos Montt tenía fuerte apoyo de la administración estadounidense de Ronald Reagan. Entonces formó una junta militar de tres miembros que anuló la constitución de 1965, disolvió el Congreso, suspendió los partidos políticos y anuló la ley electoral. Después de unos meses, Ríos Montt despidió a sus colegas de junta y asumió sin autorización legal el título de “Presidente de la República” gobernando en solitario.
 

Las fuerzas guerrilleras y sus aliados izquierdistas denunciaron a Ríos Montt. El Presidente procuró derrotar a los guerrilleros con acciones militares y reformas económicas. En mayo de 1982, la Conferencia de Obispos Católicos acusó a Ríos Montt de la responsabilidad de cultivar la militarización del país y continuar las masacres de civiles por medios militares.

El ejército de Ríos Montt y las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), recobraron esencialmente todo el territorio guerrillero. La actividad guerrillera disminuyó y fue en gran parte limitada a operaciones de golpear y huir. Río Montt ganó esta victoria parcial a costa de una gran cantidad de muertes civiles.

La breve presidencia de Ríos Montt fue probablemente el período más violento del conflicto de 36 años. En ese periodo hubo aproximadamente 200.000 muertes civiles, en su mayoría indígenas desarmados. Aunque los guerrilleros izquierdistas y las brigadas de muerte derechista también se dedicaron a realizar masacres, desapariciones forzadas, y torturas de no combatientes, la mayoría de las violaciones de derechos humanos fueron realizadas por los militares guatemaltecos y las PAC que ellos controlaban. Se estima que más del 80% de estos horrores los causó el ejército.

El 8 de agosto de 1983, Ríos Montt fue depuesto por su propio Ministro de Defensa, el general Óscar Mejía Víctores. El general Mejía se proclamó de manera ilegal presidente de Guatemala, y Ríos Montt fundaría más tarde un partido político. Mejía permitió un regreso controlado de la democracia en Guatemala, comenzando con una elección el 1 de julio de 1984 para una Asamblea Constituyente y así redactar una constitución democrática. El 30 de mayo de 1985, después de 9 meses del debate, la Asamblea Constituyente terminó de redactar una nueva constitución, que entró en vigor inmediatamente. El político civil y candidato a presidente por la Democracia Cristiana, Vinicio Cerezo ganó la primera elección sostenida bajo la nueva constitución con casi el 70% del voto, y tomó posesión del cargo el 14 de enero de 1986.

 

1996 A 2001, DEMOCRACIA E INESTABILIDAD

El presidente Vinicio Cerezo, después de su toma de posesión en enero de 1986, anunció que sus prioridades serían terminar la violencia política y establecer el gobierno de ley. Las reformas incluyeron nuevas leyes, la creación de un comité legislativo de derechos humanos, y el establecimiento en 1987 de la Oficina del Procurador de Derecho Humanos. La Corte Suprema también emprendió una serie de reformas para luchar contra la corrupción y mejorar la eficacia del sistema legal.

Con la elección de Cerezo, los militares se alejaron del gobierno y regresaron al papel más tradicional de proporcionar seguridad interna, específicamente luchando contra insurgentes armados. Los primeros 2 años de la administración de Cerezo se caracterizaron por una economía estable y una disminución marcada en la violencia política. El personal militar insatisfecho hizo dos intentos de golpe en mayo de 1988 y en mayo de 1989, pero el mando militar apoyó el orden constitucional. El gobierno fue fuertemente criticado por su falta de voluntad para investigar o perseguir casos de violaciones de derechos humanos.

Los últimos 2 años del gobierno de Cerezo también fueron marcados por una economía en declive, huelgas, marchas de protesta y acusaciones de corrupción extendida. La incapacidad del gobierno de tratar con muchos de los problemas nacionales como la mortalidad infantil, el analfabetismo, la salud y la asistencia social deficiente, así como los niveles crecientes de violencia contribuyeron al descontento popular.

El 11 de noviembre de 1990 se celebraron elecciones parlamentarias y presidenciales. Después de una votación de desempate, el ingeniero Jorge Serrano Elías asumió la presidencia el 14 de enero de 1991, completando así la primera transición de un gobierno civil electo democráticamente a otro.

 

Como su partido, el Movimiento de Acción Solidaria (MAS) ganó solo 18 de los 116 asientos del Congreso, Serrano firmó una débil alianza con los Demócratas Cristianos y la Unión del Centro Nacional (UCN).

El 25 de mayo de 1993, Serrano disolvió ilegalmente el Congreso y la Corte Suprema y trató de restringir las libertades civiles, según afirmaba para luchar contra la corrupción. El “autogolpe” fracasó debido a protestas unificadas y fuertes por la mayoría de elementos de la sociedad guatemalteca, la presión internacional, y la imposición del ejército sobre las decisiones del Tribunal de la Constitucionalidad, que gobernó contra el intento de golpe. Ante esta presión, Serrano huyó del país.

El 5 de junio de 1993, de acuerdo con la constitución de 1985, el Congreso eligió al Procurador de Derechos Humanos Ramiro de León Carpio, para completar el período presidencial de Serrano Elías. Ramiro de León no era un miembro de ningún partido político y carecía de una base política, pero gozaba de un fuerte apoyo popular. Lanzó una ambiciosa campaña anticorrupción para “purificar” el Congreso y la Corte Suprema, exigiendo las renuncias de todos los miembros de ambos cuerpos.

A pesar de la resistencia considerable del Congreso, la presión presidencial y popular condujo a un acuerdo, en noviembre de 1993, entre la administración y el Congreso que fue intermediada por la Iglesia Católica. Este paquete de reformas constitucionales fue aprobado por el referendo popular el 30 de enero de 1994. En agosto de 1994, un nuevo Congreso fue electo para completar el período no vencido. Controlado por los partidos anti-corrupción, el populista Frente Republicano Guatemalteco (FRG) (encabezado por el ex-general Ríos Montt) y el centro-derechista Partido de Avanzada Nacional (PAN), el Congreso comenzó a alejarse de la corrupción que caracterizó a sus precursores.

Bajo el gobierno de Ramiro de León, el proceso de paz, ahora con la participación de las Naciones Unidad, tomó una nueva vida. El gobierno y la URNG (Unión Revolucionaria Nacional de Guatemala) firmaron acuerdos sobre derechos humanos (marzo de 1994), y sobre el restablecimiento de personas desplazadas (junio de 1995). También hicieron un progreso significativo sobre un acuerdo socio-económico y agrario.

Las elecciones nacionales para presidente fueron sostenidas en noviembre de 1995. Con casi 20 partidos que compiten en la primera ronda, la elección presidencial llegó hasta un desempate el 7 de enero de 1996, en el cual el candidato del PAN (Partido de Avanzada Nacional) con Álvaro Arzú Irigoyen derrotó a Alfonso Portillo Cabrera del FRG (Frente Republicano Guatemalteco). Este desempate se produjo con apenas un 2% de los votos. Arzú ganó debido a su fuerza en la Ciudad de Guatemala, donde había servido antes como alcalde, además del área circundante urbana. Portillo ganó en todos los departamentos rurales excepto Petén. Bajo la administración de Arzú, se concluyeron las negociaciones y, en diciembre de 1996, el gobierno firmó los Acuerdos de Paz, que terminaban un conflicto de 36 años.

La situación de los derechos humanos también mejoró durante el gobierno de Arzú, y se tomaron medidas para reducir la influencia de los militares en asuntos nacionales.

Guatemala celebró elecciones presidenciales, legislativas, y municipales el 7 de noviembre de 1999, y una segunda vuelta presidencial el 26 de diciembre. En la primera ronda el Frente Guatemalteco Republicano (FRG) ganó 63 de 113 asientos legislativos, mientras el Partido de Avanzada Nacional (PAN) ganó 37. La Alianza Nueva Nacion (ANN) ganó 9 asientos legislativos, y tres partidos de minoría ganaron los restantes cuatro. El desempate del 26 de diciembre, Alfonso Portillo (FRG) ganó el 68% de los votos contra el 32% de Óscar Berger (PAN). Portillo ganó en 22 departamentos y en la Ciudad de Guatemala, que era considerada la fortaleza de PAN.

Portillo fue criticado durante la campaña por su relación con el presidente del FRG, ex general Río Montt, Presidente ilegal de Guatemala durante los años 1982 y 1983. Muchos acusas que algunas de las peores violaciones de derechos humanos del conflicto fueron cometidas conforme el gobierno de Ríos Montt. Sin embargo, el impresionante triunfo electoral de Portillo, con dos terceras partes del voto en la segunda ronda, manifestaba un clamor del pueblo por un mandato que realizara su programa de reforma.

El presidente Alfonso Portillo prometió mantener lazos fuertes con los Estados Unidos, y participar activamente en el proceso de integración en América Central y el Hemisferio Occidental. Juró apoyar la liberación continua de la economía, aumentar la inversión en capital humano e infraestructuras, establecer un banco central independiente, e incrementar los ingresos por la imposición de recaudaciones fiscales más estrictas, en vez de aumentar impuestos. Portillo también prometió seguir el proceso de paz, designar a un ministro de defensa civil, reformar las fuerzas armadas, sustituir el servicio de seguridad militar presidencial por uno civil, y reforzar la protección de derechos humanos. Designó un Gabinete pluralista, incluso miembros indígenas y otros no afiliados al Frente Republicano Guatemalteco, el partido gobernante.

Portillo, al igual que el vice-presidente en funciones Paco Reyes, fueron fuertemente criticados por entidades a nivel nacional e internacional por la gran corrupción, despotismo, división social, robo, campaña negra o la participación en el famoso “Jueves Negro” que ocurrieron en su gobierno. Se resalta la violencia y la baja acción legislativa que se arraigó durante su periodo de 4 años al frente del gobierno. Su gobierno cometió numerables crímenes a la sociedad guatemalteca que todavía paga por su irresponsabilidad. Portillo huyó a México después de la toma de posesión de Óscar Berger, donde tiene orden de captura de Guatemala y de la INTERPOL por casos de Lavado de dinero y de desfalco a una institución gubernamental y a una institución bancaria (Desvío millonario al Estado Mayor Presidencial).


Hotel destrozado en la Ciudad de Guatemala en 1976

A PARTIR DE 2001

El progreso en la realización de la agenda de reforma de Portillo fue lento durante su primer año en función. Como consiguiente, el apoyo público al gobierno se hundió casi a niveles récord a principios de 2001. Aunque la administración se concentró en cuestiones como la toma de la responsabilidad estatal en casos pasados de derechos humanos y apoyar los derechos humanos en foros internacionales, dejó de mostrar avances significativos en el combate a la impunidad, reformas militares, un pacto fiscal para ayudar a financiar la realización de paz, y la legislación para aumentar la participación política.

 

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En 2004, fue electo al cargo de Presidente el abogado Óscar Berger Perdomo, apoyado por la “Gran Alianza Nacional” (GANA). Este gobierno ha sido cuestionado fuertemente por su ineficacia contra la delincuencia organizada, pandillas denominadas “maras”, la consolidación del narcotráfico (enraizada durante el gobierno anterior de Alfonso Portillo), y la fuerte migración de su población (mayormente pobre y acosada por la criminalidad). Las siguiente elecciones de han realizado en septiembre y octubre de 2007.

En la primera ronda electoral realizada el 9 de septiembre de 2007, los partidos políticos Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), liderado por el ingeniero Álvaro Colom, y el Partido Patriota (PP), liderado por el general retirado Otto Pérez Molina, ganaron los dos primeros lugares, pasando a segunda vuelta que se realizó el 4 de noviembre de 2007, las cuales dieron como ganador a Colom, quien asumió como Presidente de la República de Guatemala el 14 de enero de 2008.

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