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Historia

ETNIAS EN GUATEMALA

"LOS ACHIES (2)"

DEMOGRAFIA
Introducción
Etnias Mayas
ETNIAS MAYAS
Acatecos
Achí
Aguacateco
Chalchiteco
Lacandón
Quiché
Zutuhil
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TRADICION ORAL

Hay varios tipos de narradores de las tradiciones orales que son apreciados por su sabiduría legendaria. Existen narradores de oficio especializado, que poseen entre sus cualidades, saber transmitir la memoria histórica de su pueblo, dar consejos a la comunidad y ser verdaderos centinelas de las culturas de la región. El narrador toma el nombre de Anciano Mayordomo o Ajtzij entre los achíes.

El otro tipo de narrador oral es el ocasional, que narra con la carencia de la magistralidad del anterior, aunque guarda en gran parte de su sabiduría, las tradiciones ancestrales de su pueblo.

Las leyendas que se narran en tiempos rituales de parte de los Ajtzij en cerros y adoratorios sagrados, rememoran la historia mítica que para los achíes de Rabinal es verdadera.

Un género importante es el de los Señores y Dueños de Cerros, compartidas en gran medida con las de Alta Verapaz.

Rajawales

Se cuenta en Cubulco que en el cerro Cajiup, del valle del Urram, en Rabinal, habitan los rajawales que son espíritus de la comunidad y la región. En una ocasión, un par de comerciantes que iban a vender cerámica a Rabinal, se quedaron a dormir en el cerro Cajiup, por donde se mira la cumbre del cerro de los Yaguales, pues tenían mucha hambre. Uno de ellos vio salir de la orilla del camino, a un venado; entonces lo agarró, lo mató y lo cenaron, así se durmieron. Uno de lo dos escuchó que la voz del cerro de Cajiup le decía al de los Yaguales que mataron a "su caballito", que ahora no podría ir a ver al trabajadero, a sus animales ni a vigilar el maíz y le pidió prestados a sus perros para vengar a "su caballito".

"Como no, llévatelos, le dijo el cerro Los Yaguales". El comerciante se levantó aterrorizado y le contó a su compinche lo que había oído, pero pensaron que estaban soñando. Cuando el hombre que escuchó las voces regresó a su hogar, su esposa le comentó que los coyotes llegaron una noche y mataron a todas las gallinas sin comérselas. Entonces, el hombre se atemorizó y fue a pedir perdón al Señor del Cerro, "haciéndole una costumbre" para calmarle el enfado.

Juan Caleb

En El Chol, los ajtzij afirman que en una ocasión, un hombre llamado Juan Caleb ofreció un baile de los moros para la Virgen de la Concepción, aunque debido a su carencia de dinero, se dirigió al cerro Pacoc y comenzó a llorar; después, apareció un anciano que lo dirigió al interior del cerro y le mostró todo tipo de trajes y le dijo que escogiera. El ropaje que el Señor del Cerro le ofreció a Juan Caleb era el más hermoso y llamativo; todos lo admiraron, pero Juan Caleb no pudo guardar el secreto y contó todo, por esa razón el Señor del Cerro Pacoc se enfadó, y por medio de un gran viento le quitó los trajes a los danzantes en plena celebración y Juan Caleb murió al poco tiempo.

Se encuentran variantes de esta leyenda en cada municipio de la región, pero especialmente en Salamá, San Miguel Chicaj y Granados, así como en Purulhá de ascendencia pocomchí.

Origen del maíz

Los achíes y pocomchíes indican en sus mitos que en la circunscripción del departamento, se dispersó el maíz al resto de Guatemala y del mundo. Destacan las variantes de la leyenda "Cuando el Dios Mundo encerró al maíz" muy enraizada en Cubulco, San Jerónimo, San Miguel Chicaj y Purulhá. En Granados, se cuenta que fue el cuervo que encontró al maíz encerrado en el cerro de Las Burras, por tal motivo se ubica un adoratorio en su cumbre de asombrosa sacralidad para los habitantes del sitio.

Santos Patrones

Leyendas vigentes y difundidas que hablan sobre el origen de los pueblos y santos patrones fundadores de los mismos. Cuentan los abuelos rezadores de Rabinal que en tiempos antiquísimos cuando San Pablo vivía en Tzamaneb', Rabinal, existió un hombre llamado Yew Achí o K'iche', Achí que se robaba a los hijos de San Pablo. El santo nunca podía confrontarlo porque Yew Achí llegaba de noche. Cuando San Pablo percibía, ya le habían robado a sus hijos. Comentan que Yew Achí, se llevaba a los hijos en un mecapal por docenas. Santiago el patrono de Kub'ul -Cubulco-, percibió lo que le pasaba a su hermano menor y le preguntó que estaba ocurriendo. San Pablo comenzó a llorar, entonces Santiago le sugirió que se cambiaran de lugar y pueblo. De esta manera, Santiago que era el más fuerte, se puso a pelear con Yew Achí, pero éste se escondía debajo de la tierra y el agua. Santiago lo controlaba cuando aquel intentaba salir, aunque Yew Achí no se lo permitía. Por tal motivo para que "no lo estuviera fastidiando", Yew Achí se disculpó con Santiago y ofreció todas sus riquezas para que no lo asesinaran, pero Santiago no deseaba riquezas debido a que fue pobre y bueno, por lo que no lo perdonó. Previo a matar a Yew Achí, éste solicitó permiso para gritar siete veces, con lo que maldijo a los de Cubulco, debido a eso, Santiago tuvo que quedarse en ese sitio como protector y patrono del pueblo.

Hay variantes de esta leyenda en Purulhá, Salamá y San Jerónimo, que también cuentan con las mismas delicadezas y tenores.

 

Kabracán

Relatan Relatan los Ancianos Mayordomos o Ajtzij, que el Dios Mundo se encuentra sustentado por cuatro hombres gigantes, que cuando se fastidian "de sostenerlo a tuto", cambiando de posición y es cuando se generan los temblores de tierra. Por tal motivo, a los temblores se les denomina cabracanes en la región. De igual forma se comenta que, "en cuanto empieza a temblar, las mujeres deben hacer 'tur tur' como cuando llaman a las gallinas", para que Kabracán no se lleve el corazón del maíz, pues es la sangre de los habitantes de Baja Verapaz. Se conoce una variante de esta leyenda en San Jerónimo conocida como "Sipac y los Tres Espíritus del Maíz", y otra en Purulhá llamada "Sipac, El Poderoso". Finalmente en San Miguel Chicaj, hay una leyenda que cuenta la lucha entre la serpiente, el ángel del relámpago y el espíritu del maíz.

La Monja Blanca

En tiempos antiguos, había un Gran Señor, dueño de cerros y valles que descendía a la localidad una vez por año. Un día vio a una mujer muy hermosa de la cual se enamoró. El Gran Señor se dirigió a la casa de la joven a pedirla como mujer, dando como dote un cofre con mucho dinero. La mujer decidió vivir con el Señor, que la consentía en todo. No obstante, los padres de la joven aprovecharon para sacarle plata, tierras, maíz, cacao y otras riquezas a su yerno. La adolescente padeció de la pena pues miraba la ambición de sus progenitores. Éstos quisieron más dinero y fueron a visitar al Gran Señor, pero no vieron nada, sólo una luz por los árboles; luego creyeron que esa luz era el espíritu de la joven. Cuando el Gran Señor se acercó, al verlos, los transformó en troncos de árboles. Luego de llorar por muchos días a su esposa, y convirtió dicha luz en una hermosa flor blanca. Así nació la Monja Blanca, Flor Nacional que adorna todos los rincones de Baja Verapaz.

Leyendas animísticas

En Salamá, el Sombrerón es un gigante que porta un gran sombrero y cuida a los animales por la noche. Sólo se ve antes del alba. La Siguanaba se ubica en todos los pueblos y caseríos del departamento; la Llorona en el Chol, muestra una variante muy diferente, puesto que en lugar de ahogar a su hijo, se lo come para vengarse de su esposo que se relacionó con una mujer de Cobán. En San Miguel Chicaj se cuenta de la sirena que fue una mujer desobediente que habitaba las afueras de San Miguel y se baño en el río Ixcayán un Viernes Santo, por eso Dios la castigó convirtiéndola en sirena. Otros espantos son la Siguamonta, el Cadejo y los Tzizimites, de la caña de azúcar, que abundan en San Jerónimo, Purulhá y Cubulco.

El pájaro grifo

Caracterizado como una forma literaria de ascendencia occidental de Salamá, y se encuentran varios llamativos relatos en la población mestiza. En el barrio del Calvario se narra la historia del pájaro grifo, narrando las aventuras de un muchacho, habitante de El Chol, que tiene que obtener plumas de un pájaro mágico llamado grifo, para curar y matrimoniarse con la hija del Gran Señor del país del agua. Luego de transcurridos varios sucesos increíbles, el adolescente de El Chol atrapa al ave y se va a vivir en el palacio del Señor del Agua.

Otras figuras literarias

Un cuento muy extendido es el de "Juan Oso", entre los mestizos de Granados de la misma manera que el de "Blanca Flor y Rosa Flor" en El Chol.
Pedro Urdemales o Ardimales, Tío Conejo y Tío Coyote, persisten como personajes de cuentos populares en San Miguel Chicaj y San Jerónimo. En Salamá son muy conocidos los cuentos de adivinanzas como "Pan Mató a Panda" y el de "Las Tres Adivinanzas".

Se preserva una parte de la poesía oral tradicional de arcaica ascendencia medieval, como los romances de "Madre que sufría", "Alfonsito llorón" y "Dile, dile golondrina" en Salamá. Se presentan también coplas, décimas y romancillos con una modernidad muy extensa en la comarca.

Por último, dentro del género de las leyendas míticas está la que dice que en Rabinal, en las cumbres del Cerro Cuxbalám, está la entrada a Xibalbá, el inframundo de la religión maya. Se dice que el centro de Xibalbá es Rabinal, donde el varón de Rabinal todavía juega pelota.

 

ARTESANIAS

Tejido

Parte importante de la cultura de los mayas achíes, esta actividad es realizada con el telar de cinturao palitos, se hace de la misma manera que su predecesora Ixchel. En la elaboración se siguen procesos tales como: colocar el hilo en el telar, separación del hilo, colocación de otros hilos para bordar e ir formando las diferentes figuras. En dichos telares se crean güipiles, bandas, servilletas, manteles, etc. La actividad se realiza por amas de casa y transmiten el conocimiento al enseñárselo a sus hijas. Los cortes o enaguas son elaborados por los hombres en telares de pie.

Utilizan el “ixkak”, como le denominan en achí al algodón teñido de blanco y café, cuya materia prima recogen a fines de invierno y le llaman “mish”.

Cerámica a mano

Es la modalidad más antigua que se heredó de sus antepasados. En primer lugar se consigue la materia prima, obtenida en un terreno comunal llamado "capilla del barro", en seguida se deja secar al Sol, luego se vierte agua y patean el barro hasta hacerlo quedar muy fino, así queda listo para usarse. Para darle forma, se dan vueltas con el cuerpo creando ollas, tinajas, cántaros, jarros, comales, batidores, entre otros. Las formas que realizan son pintadas en barro rojo y pintura que es extraída de una piedra que se transforma en blanco al ser quemado, ambos materiales poseen un origen natural. La cerámica a mano es quemada al aire libre, en un lugar plano, rodeado de estiércol (muñido) y envuelto totalmente en paja seca (zacate o zacatón). Los objetos artísticos son comerciados en el mercado local, departamento, nivel nacional, e inclusive internacional.

Cerámica tecnificada

En primer lugar se obtiene la materia prima que es el barro, cuando es extraído se presenta en pedazos de terrones, para usarse tiene que pulverizarse previamente con un mazo, este procedimiento es conocido como aporrear el barro. En seguida, es remojado el polvo, se mezcla, se patea y se soba con la mano, hasta llegar al punto donde está lo suficientemente fino para utilizarse.

Para la elaboración de este tipo de cerámica es utilizado el torno. El torno se gira con los pies, quedando libres las manos para moldear la pieza. Durante la creación de piezas grandes y altas, se realizan por partes, también se adornan, luego se quema en un horno, después del quemado, se pintan, posteriormente se comercian en el mercado local, departamento, nivel nacional e internacional. El uso del torno permite elaborar jarrones, maceteros, lámparas, ánforas, vajillas, entre otros.

En ambos tipos de cerámica, ya sea a mano o tecnificada, es una labor transmitida de generación en generación. Es de importante mención que también existen las técnicas vidriada y la cerámica pintada con anilina propia de Rabinal y Chicaj. Es utilizada para personificar danzas como Rabinal Achí, Venado, Negritos, La Conquista, Torito y Animales.

Cestería

Mediante el entretejido de fibras duras, semiduras y planas se producen cestos de diferentes usos y tamaños; se producen este tipo de artesanías principalmente en Cubulco, San Miguel Chicaj, Salamá y Purulhá.

Productos de madera

Se fabrican muebles de diferentes maderas, finas y/o corrientes en todos los municipios achíes. Chinchines, maracas, matracas, guitarras y violines son elaborados en en Rabinal, San Miguel Chicaj, Salamá y Purulhá. Máscaras para ceremonias y fiestas en Granados y Rabinal. Y juguetes en San Jerónimo.

Productos metálicos

El hierro forjado se maneja para aldabones, balcones, puertas y herrajes, sólo en Cubulco, Rabinal, San Miguel Chicaj y Purulhá. La hojalata es usada para faroles, candeleros y candiles en Salamá y Rabinal.

Pirotecnia

En Rabinal, Salamá y Purulhá se hacen artesanías pirotécnicas para fiestas familiares, religiosas y cívicas a base de pólvora.

Chinchines y guacales

Para elaborar los chinchines y los morros, la materia prima necesaria es el morro, obtenido de un árbol del mismo nombre. En primera instancia, se recolectan los morros, una cualidad indispensable es que estén sazones, los hay de tamaños grandes (guacales), medianos y chicos (chinchines). Una vez recolectados se cocen en un tonel, en seguida se realiza el llamado baseado usando instrumentos especiales, también se lijan con una hoja especial que se halla en el lugar. Luego de todo este complejo proceso, se pintan y se les añaden adornos especiales, utilizando pinturas naturales y artificiales. También se transmite de padres a hijos.

Existen chinchines con formas zoomorfas (animales), fitomorfas (vegetales) o antropomorfas (seres humanos). Según el historiador Luis Luján Muñoz, las piezas más longevas son las que tienen escritos los nombres de sus dueños y “algunas veces presentan textos alusivos a los acontecimientos para los cuales fueron elaborados”, afirma en su escrito "Jícaras y guacales de Rabinal", publicado en la revista Galería, de la fundación G&T.

El morro en conjunto con el jícaro, son trabajados en tres sistemas:

Labrando la jícara en su color natural.
Coloreando los artículos con palo amarillo y achiote para originar el tono rojo.
Proporcionándoles el color negro con hollín de ocote e incrustándolo con una grasa extirpada de un insecto llamado "nij". Luego se restriega con un paño para sacarle brillo y después lo labran para crear paisajes, figuras humanas y animales, así como nombres y letreros diversos. Así elaboran jícaras, guacales y chinchines.

Es en Rabinal y San Miguel Chicaj, donde hay la mayor producción de estas artesanías.

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Importancia del Niij

Como ya se dijo, el Niij (Llaveia sp. Homoptera: Margarodidae) es un insecto que los biólogos ubican en el grupo “escama” (dentro del orden homoptera), cuyo cultivo de huevecillos se realiza en los árboles de jocote, piñón o ixcanal. Es pariente de la cochinilla según el biólogo Charles MacVean, decano de la Maestría en Ciencias Ambientales de la Universidad Rafael Landívar. La grasa extraída del Niij, al frotarse contra el morro seco, se vuelve un aceite secante vegetal o una especie de cera, que al mezclarse con "tizne" (carbón fino de ocote) se convierte en una película de laca. Es lustrosa, resistente al agua, al calor, a la abrasión, y por su largo uso tradicional en utensilios de cocina, no es tóxico. En México se le mezcla con achiote y se origina el rojo. Con la mezcla de la savia del palo amarillo, se produce el color amarillo.

Existen testimonios de Diego de Landa y Bernardino de Sahagún, quienes fueron los primeros en documentar la práctica de estos cultivos, y de uso similar al actual. Sahagún, relata en sus escritos de 1582, que se utilizaba también como medicamento para enfermedades de la piel, la garganta, afecciones uterinas, inflamación de los testículos y como antídoto para hongos venenosos.

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